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Diseño intercultural y lo que significa en nuestro contexto global

Esto puede verse como una gran oportunidad para llegar a más personas, pero también como un desafío en donde se debe tener en cuenta que las necesidades y características de los usuarios son diferentes según su contexto y cultura, para así crear experiencias más significativas.

Puede parecer obvio que un usuario en China no es igual que un usuario en Costa Rica; sin embargo, durante el proceso de diseño no siempre se tiene en cuenta lo que esto implica. Incluso pensando en dos personas que están en la misma región, estos pueden tener características muy diferentes, como gustos sociales, geográficos, lingüísticos o gastronómicos. Ante esto, es importante realizar un proceso de diseño consciente, que nos permita encontrar información valiosa a la hora de desarrollar productos o soluciones que puedan ser adaptables a diferentes tipos de usuarios.

Dentro del universo del diseño centrado en el usuario, existen elementos y características que funcionan globalmente y que son propias del ser humano; sin embargo, existen otros que dependen de un grupo específico que se comporta de determinada manera a partir de las interacciones con su entorno. Un ejemplo de esto puede ser el significado que tienen los colores según la cultura. En Occidente, el rojo representa energía, emoción, acción, amor, pasión, pero también peligro, guerra, lucha o una advertencia. Mientras que, en Oriente, este color hace referencia a la prosperidad, la buena fortuna, e incluso las novias lo utilizan para sus vestidos de matrimonio y es el símbolo de alegría cuando se combina con el blanco. Si nos adentramos en países concretos, en la India comunica pureza, fertilidad, amor, belleza, riqueza, poder. En Rusia se asocia con el comunismo, en Sudáfrica se usa como color de luto y en Nigeria se reserva para los jefes en las ceremonias.

Lo anterior es uno de los tantos ejemplos que se pueden evidenciar en la interpretación o uso de un elemento en un contexto dado. Es importante, sobre todo porque los modelos de negocio actuales necesitan ser escalables, pero eso significa que se deben adaptar a las necesidades y características de consumo de esos entornos.

Con la idea de generar experiencias únicas a partir de un diseño elaborado para diferentes culturas, se recomienda comprender profundamente las diferentes características del público objetivo y realizar una investigación de usuario que arroje insights relevantes para el negocio. Algunas de las herramientas que pueden ayudar en este proceso son el user persona, que permite generar un perfil de usuario y su comportamiento. Por otro lado, el benchmarking permite saber qué está funcionando en un contexto específico y cómo un determinado modelo de negocio o tendencia está siendo acogida en un grupo definido de personas.

Como pudimos analizar, un diseño intercultural requiere de un proceso consciente de investigación, que permita crear un producto o servicio que genere el impacto deseado en la comunidad. Hay aspectos mucho más profundos en el proceso de diseño que no solo están relacionados con la interfaz. Es importante tomar en cuenta el contexto cultural para generar plataformas que realmente creen una conexión con los usuarios y logren trascender hacia un impacto global.